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Cuidados

Cuidados y mantenimiento 


Al recibir la alfombra: estirarla sobre una superficie plana para permitir que se descomprima la lana después de haber estado enrollada y envuelta. Si los bordes de la alfombra se curvan hacia arriba, enrollarlos gentilmente hacia abajo para recordarles su posición natural.


Colocar la alfombra en un lugar de tránsito leve o moderado para evitar el deterioro acelerado. 


Rotar la alfombra regularmente para distribuir el uso de forma pareja.


Es preferible no usar calzado sobre la alfombra.


Evitar el sol directo sobre la alfombra, con el paso del tiempo puede hacer que se decolore.


Si una lana sobresale no tirar de ella, cortarla con una tijera al ras.


La alfombra puede perder pelusa durante el primer tiempo, cuando la fibra se estabiliza deja de hacerlo. Se puede usar aspiradora o rollos quitapelusa para sacarla.


No doblar la alfombra, para guardarla es preferible enrollarla.



Limpieza 


Pasar la aspiradora regularmente para mantener la alfombra limpia y la fibra en estado óptimo. Mejor si es con intensidad moderada, evitar aspirar los bordes.


Nunca usar lavarropas. Para una limpieza profunda se recomienda lavado en seco profesional.


En caso de mancha líquida: absorber el líquido rápidamente con papel de cocina o paño de tela limpio. Apretar hacia abajo sobre la lana para evitar que el líquido se asiente en la base de la alfombra. Luego proceder igual que con las manchas secas explicado a continuación.


En caso de mancha seca: pasar un paño limpio y húmedo y remover la mancha sin frotar fuerte para no dañar la fibra. De ser necesario agregar al paño una cantidad moderada de jabón blanco, jabón para ropa delicada o vinagre de alcohol mezclado con agua. Una vez removida la mancha usar un paño limpio y húmedo para eliminar los restos de jabón. Dejar secar por completo antes de volver a usar.

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